sábado, 16 de marzo de 2013

Macbeth versus Última transmisión


Quiero comparar,  de modo breve, el personaje de Macbeth con el protagonista de "Última transmisión".
Ambas historias nos muestran sendas pesadillas que nos hipnotizan, nos repelen y fascinan al mismo tiempo. Sus historias se muestran a través de las experiencias de sus criminales protagonistas. En ambas los personajes de la obra se dividen entre los que matan y los que mueren asesinado; víctimas y verdugos.


A los Macbeth, marido y mujer, les obsesiona la sangre; tratan de lavarla, de borrarla de sus manos y sus ropajes inútilmente. A nuestro personaje su culpa le lleva a obsesionarse por una serie de elementos que simbolizan lo femenino (vestidos de mujer, leche, vientre abultado, planta con forma púbica, huevos, etc.)  En ambos aparecen referentes de culpabilidad designados por objetos como cuchillos y puñales o imágenes de desmembramientos de órganos, cuerpos en descomposición, fantasmas que gritan socorro, niebla circundando ciudades o parajes destruidos, etc.
En un momento dado ambos confunden la realidad con las fantasías creadas por sus mentes. Para ellos tanto el sueño como la comida han sido envenenados de modo indeleble.
En las dos obras el tercer personaje principal está representado por el mundo apocalíptico y decadente que les rodea. Un mundo acabado o agonizante, retorcido por el dolor y la culpa. Poblado de monstruos y extraños seres que devoran a los que pululan fuera de la "zona de seguridad". Mundo caníbal donde prevalecen sólo los más fuertes (metáfora del mundo actual, claro leitmotiv de la temática apocalíptica.) En este mundo hermético y sin escapatoria incluso la naturaleza tiene el aspecto de una pesadilla; es opaca, pesada y está hecha de alucinaciones confusas. (Ver el post anterior.)
En este mundo el amor o el deseo se ven sometidos a la culpa y el horror. Él desea a su hermana pero esa pasión erótica ha sido derrotada, que no extirpada. 
No hay conciencia sin tragedia. 
En ambas obras a medida que avanza la trama la tragedia aumenta. Sus dos protagonistas van adquiriendo conciencia de esa parte oscura de su mente que han querido borrar por no soportar la carga de su doloroso peso. De aquí que en "Ultima transmisión" tratemos de plantear un paso, sutil, entre un planteamiento cómico-alucinado a otro trágico-terrorífico. Nuestro personaje se da cuenta, como Macbeth, de que sólo hay algo más duro que el crimen mismo; la idea de que no se puede escapar de nuestra propia conciencia del crimen.
Él mata para ser "normal", para poner fin a su rareza asocial. Mata para liberarse de su pesadilla, Ella, que lo enfrenta a sus rarezas, a su anomia asiliente. Pero en el transcurso de la acción descubre que su pesadilla más profunda surge cuando se le revelan los verdaderos motivos que le llevaron a matar aquello que más deseaba. ¿Qué se siente cuándo se mata lo que más da sentido a tu vida? Como dice   Shakespeare en Macbeth: "todo lo que está dentro de él 
se condena a sí mismo y sólo por estarlo"


"Nada existe más real que la nada".

Cuando tenemos un mal sueño somos y no somos al mismo tiempo nosotros mismos. Por que si reconociéramos que somos nosotros mismos tendríamos que aceptar que la pesadilla es un realidad; tendríamos que aceptar que todo lo que nos circunda es una pesadilla que no tiene fin salvo con la muerte. 
Pero los muertos siempre regresan. 
Al final de "Ultima transmisión", el protagonista asume su culpa, en todas sus trágicas dimensiones. Pero el horror no puede sino seguir repitiéndose una y otra vez en su mente hasta el final. Lo único que le queda es el autodesprecio.  
El concepto de hombre se ha hecho añicos y no queda nada de él. Pero tanto nuestro protagonista como Macbeth, son tan cobardes que nunca acabarán con sus vidas. Aunque sus vidas estén sembradas de arrepentimiento, dolor y pesadilla, nunca se suicidarán. Sería un acto de valor. Y como dice Macbeth: 
¿Por qué tendría que actuar como un necio romano y perecer sobre mi propia espada? Mientras vea hombres vivos mejor que sufran ellos las heridas"
Si se dice que los asesinos ven fantasmas, es por que esa fantasía expresa el deseo del homicida de no quedarse a solas con la conciencia de su crimen; expresa su necesidad de mantener viva su relación con la persona que mató.
Por eso, ¿cómo podía acabar una obra como esta? 
De tres maneras posibles; la ejecución, el suicidio o la locura.
Desechamos el suicidio por cobardía. Macbeth es decapitado, acción que restituye en parte la justicia divina y nos resarce del horror vivido. 
En "Última transmisión" esa equidad y sosiego final desaparecen. Ya no hay equilibrio, ni reposo, ni Dios, ni justicia. "todo es el miedo y nada es el amor." (Macbeth) El sueño de la cobardía produce monstruos, caos e incertidumbre. 
Locura que se repite ad eternum.
¿¡Símil de nuestra civilización actual o imagen cosmogónica de la vida¡?


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