sábado, 9 de febrero de 2013

LAS TRES PRIMERAS SESIONES:










                                                                                             
PRIMER DÍA.

Presentación del nuevo técnico Juanje que a partir de ahora nos ayudará en la graduación del sonido y la luz, facetas fundamentales en este montaje. 
Trabajamos la construcción de los personajes de los dos actores, María y Ramiro, desde lo físico para encontrar sus características sicológicas. De esta forma descubrimos sus posiciones de columna, sus formas de andar, sus tics y manías personales de movimiento o las repeticiones gestuales que los dominan.
Exploramos las primeras escenas tratando de crear una pequeña partitura escénica que más adelante se irá enriqueciendo con cada sesión.
Explicación del trabajo, de la exploración que vamos a realizar y de los tiempos y modos teatrales a seguir.










                                                                     
 SEGUNDA SESIÓN.

Avanzamos un poco más en la caracterización física de los personajes y en como esas características pueden determinar su comportamiento psíquico a lo largo de la obra. 
Buscamos que los personajes no sean trágicos sino que se aproximen a la comicidad, sobre todo en el personaje de ÉL.
La obra no es una tragedia. Tiene momentos de comicidad cercana al absurdo y respira un nihilismo desesperanzado pero en ningún momento de grito histérico. 
Contención y explosión controlada, esas son los dos opuestos por los que se rige el trabajo actoral.
La impotencia, la nada, el vacío de la existencia están por encima del drama. Como dijo Szondi, "lo trágico ya no estriba en la destrucción del héroe, sino en que éste perezca, mientras transita por el camino que ha tomado para eludirla y de esta forma se aproxime a lo absurdo de la existencia".
Avanzamos hasta la escena 5. Escena en la que culminan gran parte de los conflictos e imágenes de la primera parte de la obra. 
Esta escena nos plantea serias dificultades y reflexiones sobre los caminos a experimentar. 
Llega la hora de acabar. Se impone la meditación.



TERCERA SESIÓN.

Planteadas las dudas escénicas en la sesión anterior, hablamos y reflexionamos sobre los caminos posibles a tomar. 
Debate de todo el equipo sobre los distintos aspectos temáticos y formales de la obra. Hacemos especial hincapié en los actantes y en la fábula (en el sentido Brechtiano). Es decir, buscamos el significado que para nosotros representa la obra y como podemos evidenciar de la mejor manera posible ese contenido por medio de los siete signos que componen la forma teatral.
Se exponen diferentes puntos de vista que sin duda contribuyen a enriquecer la concepción grupal de la puesta en escena.
Aplicamos los puntos en común y las resoluciones acordadas a la escena 5 y realizamos un pequeño boceto de la escena 6. La escena mejora considerablemente y adquiere un carácter más denso que aporta nuevas asociaciones subjetivas a las imágenes propuestas.
A la vez la partitura escénica de las primeras escenas se va enriqueciendo cada vez más al incluir detalles que complementan la significación. Por ejemplo: introducimos un movimiento de caricia hacia la planta extraña que crece en el carro de niño en un momento determinado para que más adelante, cuando se repita esa misma acción, el sentido que adquiera con la repetición sea más amplio y significativo. Es un trabajo compositivo que introduce una serie de acciones o elementos repetitivos y el orden adecuado de estos leitmotiv provoca una sensación de estructura "musical".
Esta disposición de piezas forma un puzzle  que nosotros esparcimos a lo largo del tiempo de la representación para que el espectador lo arme en su mente formando un significado. 
Como es comprensible cada espectador deconstruirá y "armará" esas piezas de forma diferente con lo que la obra adquirirá  para cada uno de ellos un significado personal. 
En esa línea de trabajo queremos incidir; partitura exacta y milimétrica para un significado subjetivo y aleatorio dependiendo de cada espectador.
  

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